* Veracruz tiene mucha naturaleza que gente no conoce, la idea es convertir a estos motociclistas de muchos años, que únicamente conocen el pavimento, y enseñarles que la moto fue diseñada para doble propósito, y en este tierra que lo tiene todo, comenta Lance D. Carnes, Chief Adventurer, oriundo de Houston
El pasado 4 de octubre se trazó una larga cadena entrecortada desde Tuxpan hasta la zona conurbada Veracruz - Boca del Río. La formaron más de 600 eslabones motorizados que partieron desde las 10:00 am los primeros, y en el transcurso de la mañana los demás; el objetivo: cubrir 350 km de litoral veracruzano durante la XVII Motoconvención Internacional BMW, desde Tuxpan, pasando por Cazones, Papantla, Gutiérrez Zamora y Costa Esmeralda, hasta la zona conurbada Veracruz - Boca del Río, destino final.
Lance D. Carnes es Chief Adventurer y es oriundo de Houston pero tiene más de 20 años viniendo a México y ya 16 años viviendo en forma en el Distrito Federal. Le interesa principalmente promover las rutas GS y promover el turismo en las zonas que generalmente no son visitadas, como las playas vírgenes y los poblados pequeños; este tipo de eventos fortalecen la actividad entre los participantes.
“Veracruz tiene mucha naturaleza aún que mucha gente no la conoce, la idea es convertir a esta gente, que son motociclistas de muchos años, que únicamente conocen el pavimento, y enseñarles que la moto fue diseñada para doble propósito”, comenta.
Conseguir llegarle a este tipo de mercado puede ser benéfico para el turismo en Veracruz, pues el turismo en motocicleta GS es un turismo en crecimiento que en países desarrollados lleva ya varios años implementándose.
“Tú ya conoces México por pavimento, ahora hay que conocer México por tierra, porque es otro mundo. Meterse en una selva, en un bosque, cruzar un río; y cuando logras hacer cosas así: acampar en la selva, en el bosque, en la playa, da otra sensación. Y es realmente cuando empieza la aventura”, dice, al tiempo que refrenda su compromiso con este tipo de turismo que, al menos en la entidad, ha iniciado con excelentes pronósticos.
Esto es el cometido de la reunión: impulsar el turismo en motocicleta por el paisaje veracruzano y fomentar, al mismo tiempo, esta modalidad de rodar, la modalidad GS Gelände/Straße (todo terreno/carretera), pero también es cierto que cada club, de los 26 que conformaron la reunión internacional, tiene sus propias inquietudes y sus propios kilometrajes que recorrer.
El único destino intermedio señalado por el comité organizador fue la reunión para comer en las playas de Costa Esmeralda, reunión que su vez, también fue opcional, de modo que cada quien fue dueño de su propio tiempo y trayecto
Dicen los que saben que para que el motor de explosión con ciclo de 4 tiempos de una moto funcione, el pistón y la válvula de admisión deben trabajar coordinadamente para dejar pasar sólo un gramo de gasolina –una pequeña gota- y 14.8 gr de aire aproximadamente al cilindro para iniciar un ciclo que termina con la combustión de la gasolina. Un ciclo ininterrumpido que se genera unas 50 veces por segundo cuando una motocicleta normal gira a 6,000 revoluciones por minuto (rpm).
Las motocicletas que surcaron las carreteras veracruzanas el día de hoy giraban a 14,000 rpm, esto quiere decir que en los tramos de autopista avanzaron a más de 160 km/h.
Una gota que hace la magia de la velocidad, una gota que es metáfora de la cadena que hoy se trazó pues así, a cuentagotas, fueron saliendo de Tuxpan los 26 clubes de la motoconvención. Similares a los lobos solitarios de las montañas que se agrupan cuando salen a la caza, estos pilotos formaron grupos pequeños, compactos que salieron a la caza de turismo de aventura.
En el camino, por supuesto, había huellas que rastrear. Un amplio dispositivo de guías y de informantes turísticos que formaban parte del staff de la motoconvención se situaron en puntos estratégicos, como casetas de peaje e inicios de poblados para orientar y auxiliar a los turistas motorizados.
Así, sin mayores contratiempos, los lomeríos de la huasteca veracruzana quedaron atrás con sus verdes campos y sus árboles barbados de tanto paxtle, la carretera fue una vía óptima que se desenrolló debajo de sus ruedas como quien desenrolla un verde pasto tipo alfombra. La región Totonaca ofreció su sonrisa al rodante viajero y a orilla de carretera se pudieron acercar a puntos de interés, como la fábrica de vainilla en las inmediaciones de Gutiérrez Zamora.
Más allá, donde la cobertura de la selva Totonaca comienza a abrirse en el municipio de Tecolutla y da paso al amplio litoral que ofrece largos kilómetros de playa, se hermanaron en el recorrido las zonas hoteleras de Tuxpan y Costa Esmeralda, separadas en la realidad por largos kilómetros pero unidas en el espacio-tiempo por la velocidad.
Los participantes de la motoconvención fueron saltando los vehículos y puentes, rebasando en grupo, siempre pendientes del resto y monitoreándose con radios y GPS’s pendientes de sus cascos.
En Costa Esmeralda se les recibió con combustible para el cuerpo, con agua para saciar la sed provocada por la calurosa mañana que se había visto misericordiosa tejiendo una suave nube por largos ratos de camino. Sin embargo, la abigarrada composición del grupo general hacía que el benévolo clima jarocho no se sintiera igual entre el grupo de visitantes de Honduras, por ejemplo, y los grupos de Michoacán y Guanajuato.
Ahí es donde la metáfora del cuentagotas adquiere otros matices, otras tonalidades que son más bien culturales. Luis Manuel Gil es el presidente del BMW Club Boxer de Guadalajara y tiene ya 43 años en la ruta; con 20 formando parte del club ha recorrido ya toda la república mexicana y en esta ocasión le tocó venir por primera vez a las tierras veracruzanas. El sudor da cuenta del desgaste físico que significa la deshidratación, pero ha tomado medidas precautorias como que la experiencia de los años no se pasa por alto.
Son 43 años de experiencias en la ruta, son apenas como 43 litros de gasolina que se componen a su vez de miles de miles de gotas de anécdotas a las que se le han sumado hoy, las vividas en tierras veracruzanas.
Las motocicletas tienen capacidades de almacenamiento de gasolina diferentes, no todas son igualas, las hay de 14 litros y hasta de 30; el club de pilotos que nos visitan desde Guatemala acumularon un total de 2,000 kms., se dieron tiempo para visitar Oaxaca, San Miguel, Querétaro y Guanajuato.
La ruta es un gran colector de personas que afianzan sus lazos de amistad con este tipo de eventos de talla internacional, se conocen nuevas personas y se reconocen otras ya que hay pilotos que le tiran a lo grande, según testimonia Ernesto Felguerez de Motoclub Oaxaca, que lleva pocos años de rodar pero que ha conocido a quienes han ido incluso a Alaska por el norte y a la Patagonia por el sur.
Este gran encuentro de historias, de historias a cuentagotas que se pierden apenas se entabla la conversación porque ha llegado el momento de continuar rodando, se convierte en una comunicación inacabada que espera paciente el momento del reencuentro para seguirse prolongando hasta que el camino decida separar a las personas. Mientras, hay que aventurarse, recorrer no sólo la carretera sino los caminos que se observan salvajes. Enfrentar al bosque, a la selva, a la playa y a la montaña; Veracruz tiene todo eso.
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